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viernes, 24 de septiembre de 2010


La Ilustración fue un movimiento cultural europeo que se desarrolló –especialmente en Francia e Inglaterra– desde principios del siglo XVIII hasta el inicio de la Revolución francesa, aunque en algunos países se prolongó durante los primeros años del siglo XIX. Fue denominado así por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón. El siglo XVIII es conocido, por este motivo, como el Siglo de las Luces.
Los pensadores de la Ilustración sostenían que la razón humana podía combatir la ignorancia, la superstición y la tiranía, y construir un mundo mejor. La Ilustración tuvo una gran influencia en aspectos económicos, políticos y sociales de la época. La expresión estética de este movimiento intelectual se denominará Neoclasicismo

La Revolución Hispanoamericana
Se conoce como Revolución Hispanoamericana al conjunto de los movimientos ocurridos en las posesiones españolas de América
Que tuvo como resultado la emancipación de las citadas posesiones y su transformación en estados independientes
Los movimientos comenzaron entre 1808 y 1810
En un primer momento no tuvieron carácter separatista
Sino más bien expresaron el deseo de los criollos de intervenir en el gobierno
Con el paso de los años se transformaron en una verdadera guerra de independencia
Finalizada en 1824 con la victoria de los americanos
Las Revoluciones de independencia en América Latina: Generalidades
En general se puede hablar de las revoluciones de independencia de las colonias ibéricas de América Latina
Porque a pesar de las diferencias específicas
Tanto las tierras bajo dominio español como portugués
Estuvieron sometidas a sistemas de dominación política y económica muy parecidas
Reunían características socioculturales similares
E iniciaron casi simultáneamente su proceso independentista




La Revolución francesa fue un conflicto social y político, con diversos periodos de violencia, que convulsionó Francia y, por extensión de sus implicaciones, a otras naciones de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del sistema conocido como el Antiguo Régimen. Se inició con la autoproclamación del Tercer Estado como Asamblea Nacional en 1789 y finalizó con el golpe de estado de Napoleón Bonaparte en 1799.
Si bien la organización política de Francia osciló entre república, imperio y monarquía constitucional durante 71 años después de que la Primera República cayera tras el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte, lo cierto es que la revolución marcó el final definitivo del absolutismo y dio a luz a un nuevo régimen donde la burguesía, y en algunas ocasiones las masas populares, se convirtieron en la fuerza política dominante en el país. La revolución socavó las bases del sistema monárquico como tal, más allá de sus estertores, en la medida en que lo derrocó con un discurso capaz de volverlo ilegítimo